El sobischismo se hace fuerte en el MPN

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04-01-2008



Para Sapag y su pretensión de trasladar al partido la consigna del "cambio positivo", la reunión en la que se confirmó a Alberto Pérez en la conducción emepenista fue una derrota.





NEUQUÉN (AN) - En el MPN pocos le creyeron a Jorge Sobisch cuando dijo que se iba "para arriba" -la presidencia- "o para afuera" -del poder-. Y días atrás quedó muy claro que no está dispuesto a ceder el menor espacio cuando en la Junta de Gobierno resistió una embestida del sector de Jorge Sapag y ratificó en la presidencia del partido en su reemplazo a Alberto "Tucho" Pérez.

El comunicado de la Junta señaló escuetamente que "se acepta la renuncia de Don Jorge Omar Sobisch y se acuerda que asuma el vicepresidente primero, Don Alberto César Pérez".
Para Jorge Sapag y su pretensión de trasladar al partido la consigna de "cambio positivo" que lo llevó al poder esa reunión fue una derrota. Tratando de recuperarse del golpe, dijo que el capítulo de la renovación de autoridades "no está cerrado".
Sin embargo tendrá que admitir que ese primer round, al que su sector llegó con todo el impulso ganador y parecía ser sólo un trámite, lo perdió.

Dio la impresión de que llegó mal preparado o, lo que sería peor, subestimó al rival. Muy probablemente los sapagistas ya lo analizaron y sabrán qué les pasó, pero lo concreto es que tuvieron que bajarse del ring sin el trofeo, la presidencia del partido, que habían ido a buscar.
Se sabía que el sobischismo daría pelea por conservar los espacios de poder conquistados en ocho años. "Cacho" Gutiérrez se los había anticipado casi provocativamente.

El sobischismo frenó el intento del sapagismo de arrebatarle la presidencia "sin despeinarse", con un argumento casi insólito: que en su nota Sobisch decía que renunciaba a la presidencia pero no que también a la Junta y que hasta que ese punto no se aclarara, no incorporarían al primer suplente, Marcelo Pieroni.
Según la fuentes Leandro Bertoya intentó que al menos se invitara ingresar a la reunión a Pieroni, quien esperaba caminando en la vereda sin sacarse el celular de la oreja-. Y terminó regresando a Vista Alegre sin el nuevo cargo, despintando incluso a "Río Negro" que pretendía hacerle una nota.
Susana Vázquez, Raúl Monti, Alejandro Córdoba y particularmente Liliana Gómez -tesorera de la Junta y esposa de "Cacho" Gutiérrez-, levantaron la bandera de la "conservación" en los cargos a todos los dirigentes.
Por la "renovación" se expresaron -siempre según las fuentes-, Bertoya, Jorge Cuevas y Fernando Morales. El resultado es el conocido: fracasaron.

Sapag dijo con todas las letras que el capítulo de la renovación partidaria "no está cerrado" y todo indica que no puede resignarse a no contar con la poderosa herramienta que es el partido.
Porque si bien el MPN es el sostén del gobierno, también es cierto que el propio partido se sostiene, y no sólo en lo económico, del gobierno. Y vaya qué bien lo sabe Sapag.
Cuando se estaba fotocopiando el comunicado de prensa -ante la prensa-, en los pasillos "Tucho" Pérez sugería que lo mejor era dejar pasar unos meses antes de volver sobre las cuestiones internas del partido.

El sapagismo tiene claro que no puede dejar las cosas como están -con la batuta en mano de los otros-, porque el partido, sin internas ni la obligación de definir candidatos a nada, entrará en una etapa de quietud que favorecerá al sobischismo. Y bien vale recordar que con Federico Brollo también comanda la Convención.
El sobischismo apuesta a mantener su espacio y juega inteligentemente sus cartas: entre ellas que los afiliados lo votaron -no hubo interna, sino lista única- hasta el 2009.
Preso de sus propias palabras el gobernador tendrá que volver a subir al cuadrilátero para "cerrar" el capítulo. Sabe que no puede dejar pasar el tiempo y, fundamentalmente, que no puede volver a perder. Y como está abajo en las tarjetas, su obligación es poco menos que noquear.

NÉSTOR MATHUS
nmathus@rionegro.com.ar

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